"... El misterio consiste en el hecho de que la Trinidad conduce la vida divina dentro de nosotros y en que el consentimiento de fe ilumina nuestras tinieblas con la luz divina. La fe en que la luz divina está presente en nuestro interior -que es una convicción, no necesariamente una experiencia- es el fundamento primario de la oración centrante."Es sabido que ningún método de oración puede remplazar el lugar esencial del deseo de Dios. Sin embargo, también es cierto que, en determinados momentos de nuestra vida, nos resulta útil la palabra de quien ha caminado antes que nosotros esos senderos.Quizá sea esta la obra más iluminosa y accesible de Thomas Keating. Llena de intuición y consejos prácticos, ofrece una sabiduría sólida sobre la forma en que la oración centrante puede hacer más profunda nuestra intimidad con Dios.